La Fisioterapia constituye una parte fundamental en la prevención y en el tratamiento de los diversos problemas motores y/o psicosociales que el adulto mayor puede presentar.
La realización de actividad física presenta múltiples beneficios en cualquier persona, sin embargo, en el adulto mayor es imprescindible llevar a cabo un estilo de vida lo más activo posible. Por ello, el rol del fisioterapeuta es muy importante para prescribir diferentes tipos de actividades según la valoración y el análisis individualizado de cada persona en función de sus capacidades y de sus actividades de la vida diaria. Se debe valorar cada persona de manera exhaustiva, analizando su sistema musculoesquelético, nervioso, cardiovascular, respiratorio, endocrino y genitourinario; entre otros.
Es importante que el paciente tenga en cuenta que el tratamiento fisioterapéutico debe convertirse en un hábito diario para él, ya que si únicamente se lleva a cabo de una forma ocasional, no se podrán obtener los objetivos seleccionados conjuntamente entre el fisioterapeuta y el paciente.
Objetivos de la fisioterapia en una persona mayor de 60 años
Dentro del plan de tratamiento fisioterapéutico de un adulto mayor se tendrá que intentar conseguir los siguientes objetivos:
- Obtener la máxima autonomía e independencia del adulto mayor para desarrollar sus actividades de la vida diaria
- Evitar la aparición de restricciones articulares en algún plano del movimiento
- Mantener y/o mejorar la fuerza muscular de cada uno de los grupos musculares
- Adquirir un patrón corporal y un patrón de la marcha lo más adecuado posible
- Mejorar las reacciones de equilibrio
- Estimular al adulto mayor en la realización de tareas activas y actividades físicas
- Promover un estilo de vida saludable
¿Cuáles son los beneficios de la fisioterapia en la salud?
El papel de la fisioterapia afecta a todas las esferas de la persona mayor de 60 años, por lo tanto, los beneficios de la fisioterapia en la salud del adulto mayor son múltiples:
- Mejora del aspecto psíquico y como consecuencia de la salud mental del adulto mayor
- Aumento de la motivación y de la autoestima debido a la realización de actividad física
- Disminución de la probabilidad de presentar comorbilidades y/u otras patologías
- Mejora del descanso nocturno como consecuencia de la mejora en la calidad del sueño
- Promoción de estilos de vidas saludables
- Aumento de la autonomía e independencia
- Disminución del riesgo de presentar limitaciones articulares y/o problemas musculares
- Incremento de la vitalidad por realizar un mayor número de tareas y actividades de la vida diaria
- Mejora en las relaciones sociales y familiares
¿Cuándo hay que ir al fisioterapeuta?
El paso de los años no debe de implicar una pérdida o abandono de una actividad física saludable. Por ello, es fundamental que las personas acudan al fisioterapeuta de manera preventiva en primer lugar, y no cuando ya se ha instaurado el problema. Lo lamentable es que, en la mayoría de las ocasiones, el paciente acude al fisioterapeuta después de estar semanas e incluso varios meses aguantando una sintomatología esperando que cese por sí sola; algo que no solo no cesará sino que cuando se llega al fisioterapeuta después de tanto tiempo lesionado, se producen una serie de alteraciones agravantes de la lesión inicial, necesitando así invertir mucho más esfuerzo, tiempo y dinero para conseguir la recuperación (si es que se llega a conseguir ya después de mucho tiempo lesionado).
Como mínimo, acudan al fisioterapeuta cuando presentes síntomas que disminuyan su bienestar físico o calidad de vida.
Entre los síntomas que puede percibir el paciente geriátrico, destacan: el dolor, la disminución del movimiento articular, la falta de fuerza, la disminución de la capacidad respiratoria y sintomatología de características nerviosas (parestesias, calambres…) falta de coordinación y equilibrio, mareos vértigos …
En resumen, confíen en su fisioterapeuta y acudan mínimo una vez al mes siempre y cuando sus condiciones físicas sean favorables y quiera usted mantener ese estado de bienestar.
Si, por el contrario, manifiesta usted cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, acuda inmediatamente al médico en conjunto de un trabajo multidisciplinar con el fisioterapeuta que, después de valorar su lesión, le asesorará en el mejor plan de tratamiento para conseguir los mejores y prontos resultados. En nuestra clínica de fisioterapia Aquiles contamos con equipo especializado para ofrecer tratamientos de fisioterapia para la tercera edad en Córdoba. ¡Ponte en contacto con nosotros!
Centro de Fisioterapia Aquiles.