Contractura cervical: causas, síntomas y tratamiento efectivo

Contractura cervical: causas, síntomas y tratamiento efectivo

La contractura cervical es una de las causas más frecuentes de dolor de cuello y rigidez en la parte superior de la espalda. Puede afectar a cualquier persona, especialmente a quienes trabajan muchas horas frente al ordenador o acumulan estrés.

En Fisioterapia Aquiles, en Córdoba, tratamos este problema de forma integral, combinando fisioterapia manual, ejercicios posturales e INDIBA, una tecnología avanzada que acelera la recuperación y reduce el dolor desde la primera sesión.

¿Qué es una contractura cervical?

Una contractura cervical consiste en la contracción involuntaria y mantenida de los músculos del cuello, como el trapecio o el elevador de la escápula.
Esta tensión provoca dolor, rigidez y limitación del movimiento, pudiendo incluso irradiarse hacia los hombros o la cabeza.

El origen suele estar en la mala postura, el estrés o el uso prolongado de pantallas, aunque también puede deberse a lesiones o desequilibrios musculares.

Principales causas de la contractura cervical

Las contracturas cervicales no aparecen de un día para otro. Suelen ser el resultado de hábitos posturales, estrés o sobrecarga muscular mantenida en el tiempo.

Estrés y tensión emocional

El estrés activa una respuesta muscular defensiva: los músculos del cuello y hombros se contraen de forma inconsciente. Si no se libera esa tensión, la contractura se cronifica y el dolor aumenta.

Mala postura y uso prolongado de pantallas

Trabajar frente a un ordenador o mirar el móvil durante horas con la cabeza adelantada genera una carga constante sobre las vértebras cervicales.
Con el tiempo, esto produce microcontracturas que se agravan si no se corrigen los hábitos posturales.

Movimientos repetitivos o sobrecarga muscular

Actividades laborales o deportivas que implican movimientos repetitivos del cuello pueden fatigar los músculos, generando dolor y contractura muscular.

Falta de descanso o problemas de sueño

Dormir en una mala posición o con una almohada inadecuada puede provocar tensión cervical al despertar, especialmente si se repite cada noche.

Lesiones previas o desequilibrios cervicales

Un esguince cervical, una caída o una desviación postural mal tratada pueden dejar secuelas musculares que predisponen a nuevas contracturas.

Síntomas de una contractura cervical

Los síntomas más comunes son:

  • Dolor localizado o irradiado a hombros y cabeza.
  • Rigidez y dificultad para mover el cuello.
  • Dolor de cabeza o mareos.
  • Fatiga muscular o sensación de “tirantez”.
  • Dolor que empeora al mantener una postura fija.

Si el dolor persiste más de unos días o limita tus actividades, es importante acudir al fisioterapeuta para evitar que se cronifique.

Diagnóstico: cómo saber si tu dolor es una contractura cervical

En Fisioterapia Aquiles realizamos una valoración detallada para determinar si el dolor proviene de una contractura muscular, una disfunción articular o una irritación nerviosa.
Analizamos la movilidad, la postura y los puntos de dolor, y, si es necesario, recomendamos pruebas complementarias como radiografía o resonancia cervical.

¿Cómo tratamos la contractura cervical?

Nuestro tratamiento combina fisioterapia avanzada e INDIBA para aliviar el dolor, mejorar la movilidad y prevenir recaídas.

  • Terapia manual: utilizamos técnicas de masaje, liberación miofascial y movilizaciones articulares para reducir la tensión y restaurar la función normal del cuello.
  • Tratamiento con INDIBA: La radiofrecuencia INDIBA estimula la regeneración tisular desde el interior.

Sus efectos destacados son:

  • Relajación profunda de la musculatura.
  • Reducción del dolor y la inflamación.
  • Mejora del flujo sanguíneo.
  • Recuperación más rápida y duradera.

Además, es un tratamiento indoloro, seguro y compatible con la fisioterapia manual, ideal para acelerar la mejora en contracturas cervicales crónicas o agudas.

  • Ejercicios posturales y de fortalecimiento: Diseñamos un programa de ejercicios personalizado para mejorar la postura, aumentar la fuerza cervical y prevenir futuras contracturas.
  • Consejos y educación postural: Orientamos al paciente sobre ergonomía, pausas activas y estiramientos para mantener el cuello relajado y prevenir recaídas.

Si sufres dolor cervical o rigidez, pide tu cita en Fisioterapia Aquiles y vuelve a moverte sin molestias.

Artículos relacionados