
Con la llegada del invierno, muchas personas notan que su dolor articular empeora. Este fenómeno no es solo una percepción subjetiva: la ciencia ha demostrado que los cambios en la temperatura, la humedad y la presión atmosférica pueden influir en la forma en que sentimos el dolor.
Vamos a explicar por qué ocurre, cómo puedes prevenir el empeoramiento de los síntomas y qué opciones de tratamiento existen para mantener la movilidad y el bienestar de tus articulaciones.
La ciencia detrás del dolor articular en invierno
El dolor articular en invierno tiene relación directa con los cambios ambientales.
Cuando la temperatura desciende, los vasos sanguíneos tienden a contraerse para conservar el calor, lo que puede reducir el flujo sanguíneo hacia músculos y articulaciones, generando rigidez. Además, la caída de la presión atmosférica puede hacer que los tejidos que rodean las articulaciones se expandan ligeramente, lo que aumenta la sensibilidad al dolor en personas con artrosis, artritis u otras afecciones articulares.
Dolor articular y frío: Factores que agravan los síntomas
El frío no es el único culpable. Hay varios factores que contribuyen a que el dolor articular se intensifique en invierno:
- Sedentarismo: la menor actividad física durante los meses fríos provoca rigidez muscular y articular.
- Menor exposición solar: la falta de vitamina D puede afectar la salud ósea y la inflamación articular.
- Humedad elevada: algunas personas notan más dolor en días lluviosos debido a la presión atmosférica.
- Cambios en la rutina: el aumento del estrés y la fatiga en esta época del año también puede intensificar la percepción del dolor.
- Problemas circulatorios: Las bajas temperaturas reducen la circulación sanguínea, afectando la oxigenación de los tejidos articulares.
- Desgaste articular previo: Personas con artrosis, artritis reumatoide o lesiones pasadas suelen ser más propensas a sufrir dolor durante esta época.
Acciones para cuidar tus articulaciones en invierno
El cuidado de las articulaciones es esencial para prevenir y aliviar el dolor. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
- Mantente activo: realiza ejercicios de bajo impacto como caminar, nadar o practicar pilates.
- Abrígate bien: utiliza ropa térmica y mantas para evitar el enfriamiento articular.
- Calentamiento previo: antes de cualquier actividad física, dedica unos minutos a estiramientos suaves.
- Cuida tu alimentación: asegúrate de mantener un aporte adecuado de vitamina D y omega 3.
- Hidrátate: aunque sientas menos sed en invierno, la hidratación ayuda a mantener la lubricación articular.
¿Cómo tratar el dolor articular durante el invierno?
Si el dolor ya está presente, existen varias estrategias:
- Fisioterapia personalizada: programas de ejercicios terapéuticos y masoterapia para mejorar la movilidad.
- Terapia de calor: compresas calientes, parafina o infrarrojos ayudan a relajar la musculatura y aliviar la rigidez.
- Electroterapia: técnicas como TENS para reducir el dolor.
- Reeducación postural: para mejorar la biomecánica y prevenir sobrecargas.
- Consultas médicas: en casos de dolor persistente, el reumatólogo puede ajustar el tratamiento farmacológico.
- Tratamiento con Indiba: La radiofrecuencia acelera la recuperación de los tejidos, mejora la circulación y alivia las molestias articulares.
- Masoterapia: Masajes específicos que alivian tensiones y mejoran el bienestar general.
Mitos y verdades sobre el frío y las articulaciones
Existen muchas creencias populares sobre el impacto del frío en las articulaciones. Estas son algunas de las más comunes:
- “El frío causa artrosis” – FALSO: el frío no provoca artrosis, solo puede aumentar el dolor en quienes ya la padecen.
- “El clima influye en el dolor” – VERDADERO: la presión atmosférica y la humedad pueden agravar los síntomas.
- “El ejercicio empeora el dolor articular” – FALSO: el ejercicio adecuado mejora la movilidad y reduce el dolor a largo plazo.
- “Las mantas eléctricas son peligrosas” – DEPENDE: usadas correctamente son seguras y muy útiles para aliviar la rigidez.
Servicios del Centro de Fisioterapia Aquiles: Tu aliado contra el dolor articular
En Clínica de Fisioterapia Aquiles contamos con un equipo de fisioterapeutas especializados en el tratamiento del dolor articular, especialmente en pacientes con artrosis, artritis y lesiones crónicas.
Nuestros servicios incluyen:
- Evaluación individualizada del estado articular.
- Programas de fisioterapia activa y pasiva.
- Tratamientos con terapia manual, punción seca y electroterapia.
- Asesoramiento en hábitos saludables y ergonomía para prevenir recaídas.
Nuestro objetivo es ayudarte a recuperar tu calidad de vida y a pasar el invierno con el menor dolor posible