Es muy frecuente que cuando llega el tan ansiado momento de las vacaciones, de disfrutar de nuestro tiempo libre, la espalda nos haga una mala pasada y nos duela limitándonos en nuestras actividades estivales.
Los viajes, el coche, el avión, el cambio de cama y almohada, el exceso de ejercicio en los primeros momentos, el calor y la humedad pueden ser algunos de los motivos que tensionen nuestros músculos e irriten nuestras terminaciones nerviosas.
Aquí van algunos consejos para mantener a raya el temido dolor de espalda:
1. Si realizas el viaje en coche, procura parar cada dos horas y realizar algún estiramiento de piernas, cuello y zona lumbar.
2. En trayectos largos en avión, además de levantarte de vez en cuando, en el asiento puedes realizar estiramientos de cuello, llevando tu cabeza hacia el pecho, suave y moviéndola en forma de péndulo de un hombro hacia el otro. Para estirar la zona glútea y lumbar, cruza una pierna encima de la otra, apoyada por el tobillo, y flexiónate hacia delante presionando suavemente sobre la rodilla. Si puedes, abraza tus rodillas al pecho, subiendo los pies encima del asiento. Para terminar desperézate estirando tus brazos, e inclínate hacia un lado y luego hacia el otro al ritmo de tu respiración.
3. Si puedes llevar tu almohada, perfecto. Si no, en muchos hoteles ofrecen carta de almohadas. Una buena medida es aquella en la que el hueco cervical queda relleno, manteniendo la cabeza en línea con el resto de la columna. Si fuese necesario, utiliza una toalla enrollada, será preferible a una almohada excesivamente alta. Estira y moviliza tus articulaciones y músculos al despertarte de manera suave y rítmica.
4. Al tumbarnos en la playa evitaremos los huecos en la arena. Podemos hacer pequeños montoncitos que hagan de almohada en el cuello, y también debajo de las rodillas para evitar que la zona lumbar se curve en exceso, y si nos tumbamos boca abajo, un pequeño montículo debajo de nuestra pelvis conseguirá el mismo fin.
5. Si caminamos por la playa, evita los desniveles muy pronunciados para evitar desequilibrios en la pelvis que nos producirán dolor lumbar, y procura hacer ida y vuelta para compensar. En las visitas eternas por la ciudad, descansa de vez en cuando y realiza los mismos estiramientos que recomendamos en el avión, además de estirar las piernas, flexionando tobillo para estirar nuestros gemelos.
6. Comienza haciendo ejercicio de manera moderada. No pases de la vida sedentaria del invierno a darte palizas sin medida. Comienza nadando suave, caminatas cortas, estiramientos, y vete aumentando tanto en intensidad como en tiempo.
En cualquier caso, si padeces alguna lesión previa, consulta con tu fisioterapeuta, que te indicará los pasos a seguir para tener un verano pleno.
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